jueves, mayo 26, 2011

13 ☆ ¿Por donde empezar?

¿No os ha pasado alguna vez que os enamoráis de una persona que no conocéis? Más por la imagen que nos hacemos de él o de ella que por como es en realidad. Claro está, no lo conocemos así que no hay manera de saber cómo es en realidad. Y lo vemos cada día e intentamos seguirlo con los ojos, analizando cada gesto en busca de nuevas informaciones que nos confirmen nuestras teorías. Acaba de sonreír = es una persona agradable. Se baja la gorra hasta la nariz y va a lo suyo mientras los demás hablan = es un soñador. Saca un cigarrillo = todos tenemos algún defecto. Oh no, acaba de levantar la vista y me ha pillado mirando. Disimulemos.....

Veo que habla con un conocido. ¡Toma ya! Espero un rato a que se separen, un rato prudencial, y casualmente me acerco a saludar. ¿Qué tal todo? ¿Qué estás haciendo ahora? ¿Estudiando? ¿Ya tienes pensado de qué trabajar? y mientras sus respuestas hacen eco en alguna parte de mi cerebro, el resto busca una excusa para preguntarle el nombre del chico. Ah si! ¿Oye, ese no era Juan, del colegio? A lo que responde "uy no, ese es Carlos, fuimos al instituto juntos. Vive dos calles más arriba".

Volveré a pasarme por aquí mañana a la misma hora, a ver si aparece. 

0 pensamientos:

© Historias sin fundamento 2012 | Blogger Template by Enny Law - Ngetik Dot Com - Nulis