lunes, mayo 01, 2006

06 ☆ La honradez olvidada

- Departamento de objetos perdidos, buenas tardes. ¿En qué podemos ayudarle?
- Mire, quería saber si alguien había traído una bolsa.
- ¿una bolsa?
- Sí, una bolsa de tela negra con un paquete envuelto dentro.
- ¿Y porqué tendrían que traerla una bolsa, aquí?
- ¿No es esto la sección de objetos perdidos?
- Sí, pero hace años que no nos traen nada. Solo niños. Puedes encontrarte una chaqueta o un jersey y quedártelo, que nadie te dirá nada. Al contrario, te admirarán por la suerte que tienes y te felicitarán. No se pondrá en cuestión tu integridad. Pero si encuentras un niño es diferente, no te lo puedes quedar.
- Bueno, pues gracias por las molestias.
- De nada, que pase un buen día.


Agnese colgó el teléfono. Se puso el jersey de punto azul marino y se sentó en la silla. Vio el balcón abierto y decidió cerrarlo, porque empezaba a tener frío. Se acercó al balcón y miró la calle llena de gente: unos niños que jugaban en la plaza, un hombre que compraba el diario al quiosquero de delante y, de repente, vio pasar un maletín marrón delante suyo. Había caído del piso de arriba, de donde hacía rato que se oían gritos. Se asomó del todo al balcón y vio caer unas cajas de CDs de música, una de las cuales se abrió antes de llegar al suelo y el CD de dentro salió volando. Libros. Revistas. Unos zapatos de hombre del número 45. Todo iba cayendo del piso de arriba obligando a los viandantes de la calle a pasar corriendo si no querían ser atacados por algún objeto extraño. Agnese se preguntó si los vecinos habían comprado todas esas cosas o también habían encontrado alguna y habían presumido de ello después con los amigos.


Los gritos eran cada vez más fuertes. ¿Cuánto hacía que habían cambiado tanto las cosas? La gente se encontraba algo e la calle y ni se planteaba devolverla a su respectivo dueño. Las parejas parecían competir entre ellas para conseguir el mayor número de bodas y divorcios. La decadencia de los valores del
respecto y la honradez habían dado paso a esa nueva Roma, la Roma amoral.

4 pensamientos:

xnem dijo...

Era el señor Arguiñano que ponía siempre ejemplos de "comidas con fundamento" por supuesto en el mundo blog entra todo, incluso "lo sin fundamento" que merece trato especial. Seguimos en contacto.

Anónimo dijo...

En un primer vistazo... La primera historia sin fundamento me ha encantado!!!

A ver con que más me encuentro!!!


Tururutu...

Anónimo dijo...

gracias amigo! gran post!

Anónimo dijo...

Leer el mundo blog, bastante bueno

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